Seguramente te habrás hecho esta pregunta en más de una ocasión, por eso, vamos a ayudarte a elegir tu próximo cepillo dental.
Es cierto que ambos cepillos pueden ser útiles para nuestra higiene dental si los utilizamos correctamente. Sin embargo, los cepillos eléctricos pueden ser incluso más eficaces.
Principales ventajas del cepillo eléctrico
Existen diversos factores que hacen que el cepillo eléctrico sea más beneficioso para nuestra salud bucodental:
Al ser eléctrico, el cepillado es más cómodo y, como consecuencia de ello, es normal que dure más tiempo que el tradicional al no cansarnos. En algunas ocasiones, los cepillos incorporan una señal sonora que nos avisa cuando se cumplen los 2 minutos de cepillado, que es lo recomendado.
No es necesario ejercer tanta presión para eliminar la placa. Además, al ejercer menos presión, se minimiza el riesgo de padecer abrasión dental.
Es una herramienta muy útil para los niños, ya que identifican ese momento con un juego. De esta forma, es mucho más fácil que cumplan la rutina de higiene.
Está demostrado que el cepillo eléctrico elimina más cantidad de placa que el manual.
Situaciones en las que es preferible el cepillo manual
A pesar de todas sus ventajas, hay determinadas ocasiones en las que se recomienda utilizar el clásico cepillo de dientes.
En primer lugar, después de realizarse una cirugía, cuando tenemos puntos de sutura o nos duele alguna parte de la boca. Si optamos por un cepillo de cerdas suaves conseguiremos un cepillado más cuidadoso y en el que podremos controlar la velocidad y la presión que ejercemos.
De igual forma, en el caso de las ortodoncias, también se recomienda utilizar un cepillo manual para evitar que la fuerza del cepillo eléctrico suelte algún alambre.